Arte Imposible

Cuando cambia el mundo cambia el arte, y un lento terremoto lo está cambiando todo: Ya no estamos solos. No encontramos otras mentes en el espacio, pero estamos construyendo inteligencias artificiales en la Tierra – software que si a veces nos decepciona con su dificultad en lo que nos es intuitivo, más veces nos inquieta con la facilidad con que nos supera en nuestras actividades intelectuales. En la intersección de ambas cosas está el arte, un arte que por primera vez no solo podemos hacer sobre Otros sino con Otros —no el “Otro” artificial de la diferencia entre humanos, sino la verdadera extrañeza de una máquina con menos consciencia que un insecto y más habilidad que un Gran Maestro. Arte con herramientas sin precedentes no solo para hacerlo sino para pensarlo.

Este es un lugar de innovación en su sentido más puro. No para explicar lo pasado o perfeccionar lo existente, sino para tirar bengalas a la oscuridad del futuro, y en vez de contar historias sobre lo que entrevimos ir, casi a ciegas, lo más lejos que podamos, y traer algo para, entre todos, tratar de entenderlo. “Galería” o “Museo” son nombres temporales. No sabremos su verdadero nombre hasta que lo hayamos construido.

Recuperando un van Gogh perdido pintado en 1910

Por Marcelo Rinesi

Perdido, por supuesto, por la muerte del pintor veinte años antes – ni destruido ni oculto, sino nunca existente. Pero la combinación de conocimientos e imaginación, con la colaboración necesaria de su buena voluntad, nos permiten ir en búsqueda de lo plausible. Sabiendo lo que sabemos, con las herramientas que tenemos, ¿Qué pintura podemos imaginar o sintetizar de un imaginario Vincent todavía vivo en 1910?

More soon. Look after yourself, and good luck in business &c. Warm regards to Jo, and handshakes in thought.
Yours truly,
Vincent.

(la última carta a Theo, Julio 1890)

Trigal con Cuervos, van Gogh, 1890

Es difícil imaginar a Vincent vivo si Theo no está vivo y sano, y un Theo vivo y sano vive y trabaja más probablemente en París. Esto nos dice mucho sobre qué hubiese pintado van Gogh entonces, ya que, en la tormentosa (y atormentada) sucesión de estilos y temas que caracterizó su vida artística, dos patrones fueron constantes:

  • Ocasionalmente van Gogh intentó deliberadamente pintar de la forma más comercialmente viable posible, pero siempre pintó parias, no príncipes – chozas, no palacios.

Los Comedores de Patatas, van Gogh, 1885

  • Pintase lo que pintase, van Gogh pintó siempre lo que tenía en frente de él. No con la mirada o el estilo de sus contemporáneos, pero con el paisaje, el objeto, o, especialmente, la persona delante de él.

What I have to do, and the only thing that can be sure to help me progress, is work a great deal with models.

(Carta a Theo, Diciembre 1885)

París a fines de la Belle Époque era una ciudad de contrastes de crecimiento y pobreza, y con no pocos parias. Entre los más espectaculares estaban los Apaches: semi-míticas pandillas de jóvenes violentos con tácticas y armas propias que, con la cooperación de los medios, eran una fuente de terror para la burguesía Parisina.

“El apache es la plaga de París. 30.000 de ellos aterrorizan la capital y, frente a ese ejército, ¿qué vemos? 8.000 agentes de Policía patrullando la ciudad. El apache es el rey de la calle. Se mueve por los bulevares y las plazas son sus lugares de asilo. París es un campo de batalla donde estos vándalos juegan impunemente con el cuchillo o el revólver, atacando a su paso a los pacíficos ciudadanos. La Policía está asustada, indefensa”.

20 de octubre de 1907, Le Petit Journal, 1907

Le Petit Journal: Apaches battle French Police 14 August 1904 (vía Wikipedia)

La combinación de marginalidad, espectacularidad, y extroversión física es una que fue siempre atractiva para un pintor en quien filosofía estética, teología, empatía social, y necesidades emocionales estaban en constante conflicto y diálogo.

Los Apaches, entonces. ¿Pero en qué estilo?

Tenemos complejos vocabularios para hablar de estilos artísticos. Libros, literaturas enteras. El software “ve” y “piensa” imágenes en otra forma. Una pintura para una computadora es un cubo de números — son puntillistas por naturaleza — un trío de número para cada punto, uno por color primario.

Un “estilo artístico”, para una Inteligencia Artificial contemporánea, es algo todavía más abstracto: una lista de números (100, en la red neuronal que utilizamos) que son simultáneamente:

  • Un punto en una geometría abstracta de 100 dimensiones, y
  • Un programa que explica cómo transformar una pintura de un estilo a otro.

Estilos similares tienen representaciones similares (frecuentemente llamadas vectores de estilo); calculando los vectores de estilo de las obras de van Gogh podemos obtener un “mapa” matemático de su trayectoria artística… y luego seguir sus huellas más allá de donde terminan.

Usamos para hacer esto una red neuronal pre-entrenada y publicada por Google en base al paper Exploring the structure of a real-time, arbitrary neural artistic stylization network. Es una “inteligencia empaquetada”, usable con poca o ninguna diferencia a cualquier otro código Open Source, que hace posible aprender un vector de estilo para una imagen cualquiera.

Obtuvimos de imágenes de http://wikiart.org/ 1931 obras de van Gogh, y, usando esta misma red neuronal, calculamos vectores de estilo para cada una. Como en el ejemplo de arriba, esto hace posible transferir el estilo de estas pinturas a otras imágenes – algo que en los últimos años se ha simplificado hasta el punto de que hay aplicaciones para aplicar estilos de artistas famosos a cualquier foto.

Pero lo que buscamos es algo más: ideas plausibles de estilos más allá de la última pintura. No hay imágenes de sobre las cuales calcularlos, pero los vectores de estilos en sí mismos pueden ayudarnos. Después de todo, no son solo programas para modificar imágenes; son también puntos en una geometría abstracta de posibles estilos. Mojones en un camino que podemos intentar seguir.

Una computadora no encuentra un espacio de 100 dimensiones más confuso que uno con dos, pero para poder entender y seguir lo que vamos a hacer, es útil mostrar una versión simplificada de este mapa de estilos, reducida a dos dimensiones para conveniencia de los humanos.

Cada punto en este mapa no es una obra de van Gogh, sino un vector de estilo aprendido de la misma, su color indicando el año en que fue creada. No hay una progresión directa, pero hay caminos y mareas, no puntos al azar. Y este mapa es la versión infantil del verdadero mapa, el que ve la computadora. Sus dos dimensiones solo muestran una parte pequeña de la información que estos vectores de estilo tienen sobre la evolución artística de van Gogh.

Los cambios de estilo de obra a obra, y en su conjunto de año a año, son visibles como movimientos en estos mapas. Podemos entonces continuarlos, extrapolándolos un año más allá de 1890…

… y más allá…

… hasta 1910.

París, 1910. Un joven —no extraño a la atención policial— disfruta de dos inusuales experiencias. Un fotógrafo de la policía, pura eficiencia y desinterés burocrático, lo eligió como “ejemplar típico de su clase”, y se encuentra en proceso de fotografiarlo para alguna clase de manual. Apenas había empezado a posar cuando un hombre de extrañas vestimentas y gestos eléctricos puso una moneda en su mano y, sin preguntar nada ni esperar respuesta, plantó una tela al costado del fotógrafo y la atacó con una velocidad casi demoníaca.

Ni el fotógrafo ni el pintor prestan atención a los ocasionales comentarios de los peatones, ninguno muy amigable, ni al otro. El fotógrafo termina primero, el pintor poco después, y, sin haber cruzado palabra, se van en direcciones opuestas.

Illustration publiée dans Manuel de police scientifique. (Rodolphe Archibald Reiss, published 1911)
Source: Internet Archive

Apache (van Gogh 1910)

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