Alejandro Repetto nos guía la gestión del futuro

07/10/2020

Camila Naveira nos cuenta acerca del encuentro de Proxi, donde Sebastián Campanario conversó con Alejandro Repetto.

El de hoy es un Proxi bien proxi en el que vamos a hablar de un tema propio del ADN de este curso.

El invitado es Alejandro Repetto, ingeniero, que en su cuenta de Twitter se autodefine como la mezcla de MacGyver y Horangel. Alejandro es un maker, fundó una empresa de robótica, AI e Internet de las cosas (IoT), fue parte de la experiencia Singularity y se especializa en escenarios futuros.

Hace pocos meses sacó un libro, «Diseños del futuro para anticipar el presente», que se puede descargar gratis. Es una guía para aplicar la metodología de escenarios futuros en ámbitos diversos. 

«Se trata de imaginar escenarios futuros para tomar decisiones en el presente». De hecho, todo lo que hacemos, dice Alejandro, es para modificar el futuro, desde ir a trabajar para tener plata a fin de mes hasta sembrar trigo para cosechar en algunos meses. 

Pero la realidad es que no es usual que paremos para pensar cómo va a ser ese futuro, o cómo queremos que sea para tomar decisiones hoy con ese propósito. Valentín Muro en una charla reciente dijo que no hace mucho que la humanidad empezó a pensar en el futuro.

Cuando el entorno cambia se vuelve más interesante analizar lo que va a venir. Alejandro propone escenarios plausibles y desafiantes, basados en hechos del presente que permiten diseñar estrategias que nos guían, desactivando el modo “por default” de dejarnos llevar por la coyuntura. Se trata de pensar algo para luego salir a construirlo.

Lo clave de esta herramienta es la creación de “hechos del futuro”, que es la combinación de las tendencias con los hechos del presente. Es como un ejercicio de brainstorming a futuro, para el cual se suelen convocar a reconocidos escritores de ciencia ficción que ayudan a dar profundidad y amplitud a esos escenarios imaginados.

Campa le pregunta por «la teoría de las lianas» y Alejandro responde que la imagen de las lianas refiere a que no se puede crecer verticalmente al infinito. Hay un momento en que toda tecnología se agota y lo exponencial termina aplanándose a la espera de la próxima tecnología que llegará para reemplazarla. Soltar una liana y agarrar la próxima, ir de una tecnología a la otra, estando atentos a cuándo dar ese salto porque la tecnología siguiente puede no estar del todo desarrollada.

La metodología se conforma de 10 pasos pero él los resume en 5: 

Se empieza haciendo la pregunta sobre qué nos incomoda del futuro en relación a las variables que tienen gran impacto en nuestra estrategia global. La respuesta a esa pregunta no debe ser binaria, sino que se trata de entender e imaginar un escenario con momento determinado.

Una vez hecho eso, hay que mirar 20 años hacia atrás para buscar qué cambios se generaron cuando se rompieron las tendencias. Es decir: ¿cómo llegamos hasta acá?

Luego, pasamos a buscar señales del presente: ¿qué está pasando ahora que no encaja con las tendencias del momento? En las noticias de hoy que nos generan incomodidad y asombro hay respuestas a las que debemos prestarle atención.

Combinamos las señales del presente con las tendencias y generamos los hechos del futuro que conforman  las respuestas a las preguntas iniciales.

Por último, llamar a la acción de manera consciente. Una vez que tenemos esos escenarios tenemos que tomar las decisiones que nos permitan construir esos escenarios que nos llevarán a ese futuro. De esa manera, teniendo control sobre ese desarrollo podremos medir si estamos o no yendo hacia donde queremos.

Algo importante es que no se trata de «pegarla» con el pronóstico de lo que va a pasar; de hecho, se crea más de un escenario porque lo clave es lo metodológico y sustentar esos escenarios al conectarlos con el presente. No confirmar nada, sino hablar del futuro a partir de una serie de silogismos y de variables que nos permitirán medir ese desarrollo. Para pensar el futuro hay que diseñar más de una estrategia, y la calidad de las mismas va a estar muy vinculada con los profesionales y disciplinas que conformen el proyecto.

Sobre noticias recientes, tendencia y cuestiones relacionadas con posibles futuros, Alejandro nos comparte las siguientes reflexiones:

Se viene la «revolución físico-digital». Lo físico y lo digital van a convivir, van a retroalimentarse para desarrollar estrategias y determinar acciones. Vamos hacia la digitalización del mundo físico. 

También habla de «el fin de la intuición». Los datos por sobre el relato, basta de gurúes y de intuición, tomemos decisiones en base a datos censales y no muestrales para elevar el nivel de las decisiones. El que sabe por intuición, en general, no sabe explicarlo, y eso hace que no pueda transmitir esa habilidad. En cambio, los datos sistematizan y las decisiones no tienen que depender de las personas. Esto es clave a la hora de escalar proyectos, una empresa no puede depender de la intuición de las personas.

Sobre los autos autónomos, comenta que la tecnología ya está pero que el problema es la convivencia con el conductor humano que no sigue un patrón. Hay que mejorar la calidad de la inteligencia artificial para que pueda prevenir que un humano se pueda quedar dormido manejando.

El 5G va a cambiar la internet de las cosas y va a terminar siendo muy bueno para las smart cities porque donde hay mucha densidad de gente, que es donde vale la pena poner antenas desde la perspectiva del modelo de negocio de las empresas de telecomunicación. Pero también cuenta que hay empresas que están desarrollando tecnologías que les permitan innovar sin depender de la conectividad de las telecomunicaciones porque el 5G no va a llegar a todos lados.

Respecto a mantenerse actualizado y a la educación dice creer mucho en el poder de la teoría, en saber lo básico para después con eso hacer conexiones valiosas. Que él suele buscar las respuestas ahí.

Alejandro no cree en escenarios distópicos porque la distopía llama a la inacción.Tampoco cree que las cosas estén cambiando tanto pero sí recomienda estar atentos y preguntarse qué bien o mal se puede hacer con tal o cual tecnología.

Para cerrar afirma que no hay ninguna señal seria de que la inteligencia artificial nos vaya a reemplazar, y que además hay cosas repetitivas que está bueno que no las hagamos más, como manejar, porque lo que va a prevalecer es todo aquello que nos hace más humanos, como la creatividad.

Camila Naveira.