Cómo fabricar tiempo en la pandemia

08/07/2020

Daniela Godachevich, alumna de Cómo fabricar tiempo en la pandemia.

Cómo fabricar tiempo en pandemia, de Martina Rua y Pablo M. Fernández es una invitación a reflexionar sobre cómo invertir el tiempo en nosotros mismos. Es una experiencia similar a tomarnos un café con nosotros mismos.

“El tiempo es oro”, una frase tan popular, tan dicha por nuestras abuelas, que, como tantos enunciados dichos por ellas, tienen algo de verdad. En esta charla vamos a aprender todo tipo de técnicas para aprovechar el tiempo como argentinos que somos, en este contexto histórico que estamos sufriendo, viviendo, aprendiendo y muchas sensaciones más terminadas en endo.

La gran pregunta al inicio de la charla, y un gran spoiler: “¿Es el tiempo que no nos alcanza o es la gestión de la energía, de la priorización o el foco?” Y para muestra un botón: ahora, que estamos más en casa por el COVID-19 nos damos cuenta que tampoco nos alcanza el tiempo. No tenemos que esperar el subte, no nos atascamos en Av. de Mayo con el auto, pero el tiempo se nos escurre como arena en las manos.

En esta charla, además de aprender técnicas para poder aprovechar mejor mi tiempo, también escuché y conocí términos súper interesantes para poder abordar mis días de manera diferente.

“La propuesta es ir hacia una productividad equilibrada: hacer de manera tal para generar un balance de lo que hacemos y somos”, dijo Martina Rua, y me conquistó. No solo me atrapó por completo con esa definición, sino que por más que parezca utópico, a lo largo de la charla, aprendí que es una nueva manera de vivir y de cambiar hábitos.

Hay técnicas de gestión del tiempo que son a través de la energía, nuestro foco y nuestra priorización. Estos son los tres conceptos con los que trabajamos en Cómo fabricar tiempo en pandemia.

Una de las primeras cosas que entendí de esta charla es que generar un hábito tarda entre 20 y 90 días. Y, además, una gran noticia: cuando uno puede adquirir ese nuevo hábito, atrás viene una seguidilla de nuevos hábitos. ¿Y saben qué es un hábito? Un gran aliado para poder avanzar.

Daniel Pink descubrió que tenemos motivaciones internas y externas. Todos nos movemos por distintas motivaciones: las internas están ligadas al propósito, al sentido, el famoso “para qué hago lo que hago”, “para qué estoy en este club” “para qué estoy en este barrio” o “para qué estoy en esta empresa”, y esto nos muestra cómo muchas decisiones de cómo usamos nuestro tiempo están ligadas a nuestras emociones más internas. Luego están las motivaciones externas, y están ligadas a lo que es ajeno, como es un sueldo, un reconocimiento en el trabajo, el bono de fin de año, qué dice el mercado de mí, qué dicen mis compañeros de mí, porque todas estas cosas también nos hacen elegir cómo usamos el tiempo. El gran objetivo es lograr un balance entre nuestras motivaciones.

La segunda idea que aprendí es que las personas más productivas, y que tienen mayor bienestar en general, en el mediano y largo plazo, son aquellas que tienen más motivaciones internas que externas. Hay que tener más a mano la pregunta: “¿Qué me motiva internamente y externamente?” Y junto a una copa de vino o un té, escribir una larga (o corta) lista de aquello que te motiva internamente para poder invertir mejor el tiempo.

La tercera cosa importante fue esta expresión: es igual de importante cuándo hacemos las cosas como qué cosas hacemos. Vamos de nuevo: es tan importante el momento del día en el que hacemos, como lo que tenemos que hacer. Y depende del momento en que se haga es que obtenemos distintos resultados. Por ejemplo, apenas nos levantamos tenemos un pico de energía único, luego hay un valle, y luego llega una recuperación. Por ende, las 24 horas del día tienen diferentes tipos de energía para nosotros. 

Y acá es donde pienso que hay que anotar lo siguiente en el papel que luego se pega en la heladera: La mañana es ideal para resolver cosas relativas al análisis y a lo cognitivo.

El valle (entre las 12:00 y 16:00): en este momento nuestro cerebro nos dice que no puede hacer foco tanto tiempo, y se pone más permeable y deja pasar cosas y hace que podamos ser más creativos.

Otro capítulo importante de esta charla es el sueño, o cómo y cuánto dormimos. Según la OMS tenemos que dormir entre seis u ocho horas, y rara vez lo hacemos. Es muy importante dormir por dos cosas:

  1. Cuando dormimos el cerebro decide qué de lo que vivimos en el día se va a guardar, qué es lo que va a quedar en la memoria y qué no.
  2. Otra cosa que hace el cerebro es conectar los puntos hacia atrás, y así va generando una nueva historia de vida, que nos permite al levantarnos tener una idea fresca.

Si nosotros dormimos menos de siete u ocho horas no se llegan a generar los ciclos necesarios para que se produzca el proceso.

Cuando ya habían pasado más de veinte minutos de charla, se habló sobre la filosofía de trabajo remoto, donde hay temas ligados a los acuerdos, a la autonomía, a la responsabilidad que es necesario pensarlo.

Una de las claves más importantes para estos tiempos es poder armar acuerdos con las personas que trabajamos y con las que vivimos. Los acuerdos que hay que pactar son los que tienen que ver con el compromiso y la responsabilidad.

Se observó que lo que se diluye es el micro-control. El trabajo remoto hace que seamos nuestros propios jefes (para mal y para bien). Esos acuerdos tienen que ser concretos, comunicables y saber qué se espera de mí, y cuáles son los objetivos que tenemos para alcanzar al finalizar el día, la semana, y el mes, porque necesitamos desarrollar nuestra autonomía, este súper poder y única manera de poder avanzar.

La cuarta cosa que aprendí en esta charla es que es importante tener rutinas, tanto en cuarentena como en la vida antes de la pandemia. Pero ahora, en el confinamiento, es aún más importante tener una rutina, porque reduce la ansiedad.

Los aspiradores de productividad son aquellas cosas que nos sacan tiempo y energía en el día. Las burocracias nos roban mucho tiempo a la hora de trabajar. Hay burocracias en la oficina, pero también existen las burocracias personales. Esto te lleva a reflexionar: ¿Soy una persona fácil a la hora de trabajar? ¿Soy fácil de localizar? ¿Me hago entender?, etc.

¿Qué es la planificación mágica y el síndrome de las falsas esperanzas? Esto es que planificamos con buenas intenciones, pero alejados a nuestras posibilidades. Y esta frase, es otra para anotar y pegar en la heladera: “la productividad mágica nos aleja de alcanzar nuestras metas. Seis de cada 10 personas todos los años hacen la misma lista de deseos para el año siguiente. Todos planificamos desde el deseo, pero no con los pies sobre la tierra.” ¿Cómo se rompe con esto? planificando muy pequeño con técnicas de productividad.

Procrastinar: palabra que escuché mucho y que en este curso encontré el sentido. Procrastinar es postergar, dejar para después lo que podemos hacer hoy, o el tan conocido “colgarse”. La técnica más factible para dejar de hacerlo es romper las tareas más complejas y convertirlas en tareas más pequeñas, porque es lo que nos va permitir continuar motivados a lo largo de un proceso.

La clave está en sacarnos de encima lo más difícil al principio del día, porque eso nos va a generar nuevas actividades porque se genera un efecto dominó positivo, y de lo contrario se genera un efecto dominó negativo. Además, posponer nuestras obligaciones tiene un costo muy alto en nuestro bienestar. Y cuando uno se transforma en un procrastinador crónico, impacta en nuestra productividad y en nuestra marca personal.

Otro concepto del que se habló fue del multitasking, o, mejor dicho, sobre cómo no existe el multitasking. Uno puede tener muchísimos proyectos, pero dos tareas a la vez, no se pueden hacer. Mandarle al cerebro dos tareas al mismo tiempo es lo que hace que nos cansemos a lo largo del día. Hay que amigarse con la idea de hacer una cosa a la vez. Lo que recomiendan es empezar algo y terminarlo. En cuanto a esto, hicimos un ejercicio que nos sirvió para darnos cuenta que es muy complicado hacer dos cosas a la vez. El súper poder del año 2021 es el foco, la tarea pequeña que se puede conquistar y seguir adelante.

Las reuniones, tan esenciales en este momento, generan muchas cosas positivas. Lo importante es generar reuniones a las que nos gustaría ir: las que tienen un líder claro, una meta y aquellas personas que tienen que participar sí o sí. Y hay dos cosas que no deben faltar: hacer una minuta corta, y agendar un deadline. El cómo gestionamos las reuniones, es también nuestra marca personal. Hacer reuniones cortas y productivas es dejarnos bien

parados.

La desconexión es una gran fuente de energía y productividad. Por eso es importante reflexionar en qué reuniones vamos a estar, o qué reuniones vamos a generar.

Bienestar Digital

El bienestar digital es poder vivir mejor con el uso de las pantallas. La idea de poder estar todo el tiempo disponible genera ansiedad. El enfoque en esta charla es usar la tecnología de manera más consciente y haciendo foco. No es no usarla, sino usarla a nuestro favor. Ya no es importante cuántas horas usamos el celular, sino pensar en su uso intencional. 

Y aquí apareció la quinta idea que voy a transformar en nota mental: “que no sea la tecnología la que decida cuándo voy hacia ella, sino que sea uno el que elija cuándo vamos a usarla”. Que sea una herramienta que sirva para cumplir con nuestras metas.

¿Qué cosas son centrales para ser productivos?

  • Tener una agenda diaria, es una pata de la mesa de la productividad equilibrada. Ahí

debe estar lo personal y también lo profesional. Agendas en las que podamos confiar.

  • La lista de pendientes diarios o semanales. Es ideal para vaciar la cabeza. Esas listas de pendientes deben ser realizables. Tienen que ser tareas y no proyectos. Cosas que empiezan y terminan. El día especial para hacer la lista de pendientes es el domingo a la tarde, porque le quitamos ansiedad a la semana.
  • En esta charla aprendí que pomodoro es mucho más que una buena salsa. Es una técnica en la que se usa el timer de cocina con forma de tomate que nos permite generar ciclos. Por defecto este método tiene 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso. Porque de esta manera tenemos la zanahoria de la recompensa, y nos ayuda a poner el foco.
  • La regla de los dos minutos dice que si hay algo que lo podés hacer en dos minutos lo hagas ahora y no lo agendes ni lo lleves a la lista de pendientes. Por ejemplo, puede ser tender la cama, lavar cuatro tazas, pagar un servicio, se puede enviar un mail. Esto ayuda a que no se acumulen cosas ni tareas.
  • No rompas la cadena es otra técnica que tiene que ver con los hábitos, es la herramienta de trabajo de Seinfield, el humorista. Consiste en tachar el día en el calendario una vez que hacés eso que querías hacer, cuando sentís que el día está ganado. Cuando se comienza a tachar en el calendario todos los días y llega un día que no lo hacés, rompés la cadena, y eso es muy costoso para nuestra decepción.

Mails

Todos sabemos que contestar mails nos demanda tiempo, y que la mayoría no es urgente. Hay que hacer acuerdos con nuestro equipo por dónde vamos a comunicarnos cuando algo es urgente.

Armar estrategias para quitar ansiedad es clave. Hacer un filtro de mails es muy útil y ayuda a trabajar mejor.

“Balance general”, el último tema que se abordó en la charla, y está relacionado con cuánto tiempo descansamos, cuánto tiempo nos desarrollamos profesionalmente, cuánto tiempo de manera personal, cuánto tiempo destinamos a nuestras relaciones, ocio y descanso. Todas impactan de manera directa en nuestra productividad. El deporte, el descanso (la siesta de 20 o 40 minutos), la salud y la actividad física, porque son tres ámbitos que impactan en nuestra productividad.

Y antes de finalizar, nos invitan a tener tiempo de ocio, porque en el aburrimiento nace la creatividad. Y también nos introducen a cuestionarnos: ¿Qué cursos quiero hacer? ¿Qué valor quiero generar? ¿Qué adjetivo quiero que se empiece a pegar a mi marca? ¿Hacia dónde quiero ir? Y, sobre todo, cómo usar mi tiempo para saber qué persona y qué tipo de profesional quiero ser de acá en adelante.

Autores que se nombraron:

https://en.wikipedia.org/wiki/Daniel_H._Pink Habla de las motivaciones.

https://en.wikipedia.org/wiki/Matthew_Walker_(scientist)

Matthew Walker, libro Porque Dormimos

https://en.wikipedia.org/wiki/Tristan_Harris

https://es.wikipedia.org/wiki/David_Allen

https://www.miguelespeche.com.ar/

Daniela Godachevich