Compañías cíclicas: El subibaja de las inversiones

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En los últimos envíos venimos hablando de ideas generales de inversión y comenzamos a ver los distintos tipos de clasificación de empresas según Peter Lynch. La semana anterior conversamos sobre empresas de rápido crecimiento, y en esta entrega profundizaremos sobre las compañías cíclicas.

Una empresa cíclica es una cuyas ventas y ganancias suben y bajan de forma regular, aunque no totalmente previsible. En una industria cíclica, el crecimiento está influenciado por la expansión y contracción de los ciclos económicos.

Las automotrices y las aerolíneas, las empresas de neumáticos, las siderúrgicas y las químicas son ejemplos claros de este tipo de industrias. En el siguiente gráfico podemos ver la correlación entre la venta de autos (curva azul) y las crisis económicas (fondo vertical gris).

Las cíclicas son las compañías en donde los inversores más se equivocan. Uno puede perder más del cincuenta por ciento de su inversión muy rápidamente si compra cíclicas en la parte equivocada del ciclo, y pueden pasar años antes de que vuelva a ocurrir otra subida.

Las cíclicas pueden ser inversiones de bajo riesgo y alta ganancia o de alto riesgo y baja ganancia, dependiendo de lo hábil que uno sea anticipando los ciclos. Si se acierta, se puede multiplicar por 10, y si no, se puede perder el 80-90% de la inversión. El momento oportuno lo es todo en las empresas cíclicas, y hay que ser capaces de detectar los primeros signos de caída o recuperación de la actividad.

Una buena métrica para seguir es la acumulación de inventarios. Si empieza a crecer, es una mala señal. Si los inventarios crecen más rápido que las ventas, es una alerta roja. La acumulación de inventarios en empresas con precios fluctuantes en su producto final genera problemas muy importantes.

En la siguiente tabla podemos ver las ventas y la acumulación de inventarios de la empresa Ford Motor. Aquí se observa que la acumulación de inventarios superó al crecimiento de ventas año a año hasta 2017, prediciendo la caída de ventas de los años siguientes y marcando una tendencia de fin de ciclo alcista.

 

El siguiente gráfico muestra la capitalización de mercado de Ford (línea violeta). En el año 2015 comenzó la tendencia bajista que se prolongó hasta 2020, momento en el cual el ciclo recesivo terminó y se vio una recuperación de las ventas producto de la reapertura de la economía post pandemia. En ese mismo período, las ventas (línea azul) crecieron más lento que el inventario (línea naranja), como se mostraba en la tabla anterior.

En 2004 sucedió algo similar y el fin del ciclo se terminó con la crisis y recesión del 2008. Si se invertía en Ford en los mínimos de la recesión se podría haber logrado un retorno de 12 veces el valor inicial para fines de 2010.

Siempre que hubo una recesión, Lynch les prestó atención a las cíclicas ya que siempre pensó en positivo y asumió que la economía mejoraría. Él estaba dispuesto a invertir en cíclicas en su peor momento porque justo cuando parece que nada puede ir a peor, las cosas empiezan a mejorar.

Ante una posible recesión en Estados Unidos, puede ser un momento interesante para ir viendo este tipo de compañías en búsqueda de oportunidades como lo hacía Peter Lynch. En el Taller de Inversores profundizamos en algunas empresas de este estilo. Quienes estén interesados, pueden ver más información en este enlace: https://institutobaikal.com/escuela-de-inversores/.

Matías Nicolini

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