DeepMind y la biotecnología mascando al mundo

15/12/2020

Santiago Tissembaum Augé nos cuenta acerca del encuentro del 4 de diciembre de Huevos de Dinosaurio.

La biotecnología es uno de los sectores que alberga las mejores promesas de cara al futuro. Lo vimos en Baikal de la mano de Santiago Bilinkis, quien nos habló sobre los avances en la genética. En el curso de Matías Peire el tema exclusivo fue las oportunidades de la biotecnología. En Huevos de Dinosaurio volvimos a la temática para analizar el logro de DeepMind y la creación de un fondo de inversión que podría cambiar la industria.

Rocco Di Tella fue el encargado de hablarnos acerca de lo que consiguió DeepMind, la empresa que pertenece a Alphabet (también conocida como Google). Desarrollar inteligencia artificial, que usualmente se la menciona por crear máquinas imbatibles en juegos de mesa como el ajedrez o el Go, resolviendo un problema central de la biología: el del plegado de las proteínas.

Las proteínas participan en casi todas las funciones necesarias para la vida, desde las hormonas hasta los anticuerpos. Sabemos que ellas están conformadas por una secuencia de aminoácidos, que a su vez se componen traduciendo de a tres de las cuatro «letras» del ADN. Además, también somos conscientes de que esa estructura lineal luego se pliega de una forma única en el espacio tridimensional. Esa forma final es la que define las propiedades que poseen y debemos conocerla para saber cómo tratarlas. El problema aparece cuando se intenta pasar de esa forma lineal de aminoácidos a su plegado en tres dimensiones. En la actualidad, solo conocemos este proceso de una porción del total de las proteínas, ya que se debe hacer mediante largas y costosas sesiones de microscopía.

Lo que llevó a cabo DeepMind, a través del programa AlphaFold, fue la creación de un algoritmo que fue entrenado con 170.000 proteínas para poder predecir correctamente el plegado de cada una de ellas. La empresa participó de una competencia bianual conocida como CASP, donde una serie de participantes intentan, mediante tecnología computacional, predecir el plegado de ciertas proteínas aún desconocidas para ellos. Se considera que superando el 90% de exactitud entre la predicción y la realidad, el problema ha sido resuelto. Esto se debe a que es la calidad que suele conseguirse en el laboratorio. La compañía de Google consiguió una mediana de 92,5%, superando el 90% en la gran mayoría de los casos. Obviamente, ganaron la competencia.

Valeria Bosio, profesora en Baikal, nos comentó sobre las implicancias de este hallazgo. Se trata, principalmente, de una ventaja enorme en términos de costos y tiempo necesario. Además, esto permitiría crear nuevas proteínas, ya que seríamos capaces de partir del plegado necesario y hacer el camino inverso para encontrar la cadena de aminoácidos necesaria para producir dicha proteína. 

Sin embargo, la biotecnología se encuentra con el problema de poner en práctica estos avances tecnológicos. Es decir, de implementarlos a nivel productivo. Esto suele ocurrir, marca Valeria, debido a que la inversión necesaria para incorporar estos cambios suele ser elevada y no deja de tener riesgos que llevan a las empresas a seguir optando por los procesos convencionales.

En este sentido, Valeria nos comentó sobre una nueva empresa que viene a salvar esa discrepancia. Se trata de Resilience, una compañía que parte inicialmente con 800 millones de dólares de fondeo. La empresa comenta que no invertirá en una sola línea, sino en todos los procesos de manufactura relacionados al sector farmacológico. 

Lo más importante para evaluar la probabilidad de éxito de la misión, comenta Valeria, son las personas que impulsan el proyecto. En este sentido, Resilience parece estar muy bien preparada, ya que se trata de la unión de las personas más reconocidas en la industria. Se encuentra conformada por los líderes de los venture capital más importantes del mundo, incluyendo ARCH, 8VC, GV y NEA. 

Las aplicaciones concretas pueden ir desde la implementación de nuevos bioreactores basados en microfluídica hasta nuevas técnicas de monitoreo, cómputo y predicción de sistemas biológicos. A partir de esto último, podríamos pensar que utilizarán la tecnología desarrollada por DeepMind. Venimos evidenciando que la biotecnología se está comiendo al mundo, pero esto nos muestra, como comentó Valeria, que está masticando demasiado rápido.

Santiago Tissembaum Augé.