Felicidad 50+: Tres ideas invalorables que aprendimos en Baikal Senior

Por Sebastián Campanario

En la preparación de las clases, en los diálogos con los invitados y en los chats y mails con todos los asistentes a Baikal Senior están surgiendo algunas ideas y conceptos que no conocía y que pueden ser muy útiles para aumentar el ancho de banda en la segunda mitad de la vida.

Ponerle un nombre a determinados desafíos que tal vez no teníamos previamente conceptualizados, saber que hay personas estudiándolos y con lecciones aprendidas nos puede ayudar a abordarlos de otra forma.

Aquí van tres que, al menos a mí, me resultaron sumamente reveladores en las últimas semanas:

1) “Procrastividad”: Esto apareció en la charla que tuvimos con la escritora Raquel San Martín, que nos vino a hablar sobre cultura nórdica, bienestar emocional y otras yerbas. Raquel nos ilustró sobre el “Hygge”, la palabra danesa que denota cierto tipo de felicidad o estado de plenitud. La “Procrastividad” es una palabra inventada, que surge de la cruza de “procrastinar” (demorar las cosas que tenemos que hacer) y “productividad”. Parece una contradicción en los términos pero en realidad se refiere a esas carreras en la ruedita del hámster en las que tachamos cosas del “to do list” y nos damos una falsa sensación de productividad cuando en realidad estamos postergando todo lo importante. Nuestro cerebro es muy bueno para auto-engañase y donde ve un “proceso” ya se queda tranquilo porque “estamos haciendo cosas”.

2) Caminadora hedónica: Relacionado con lo anterior, en la clase 2 de Baikal Senior, la que tuvimos con el creativo Carlos Pérez, charlamos sobre varios autores que estudian y divulgan sobre procesos de reinvención en la segunda mitad de la vida. Uno de los que más nombramos fue Arthur Brooks, un profesor de Harvard y autor de “De fortaleza en fortaleza: cómo encontrar el éxito, la felicidad y un sentido profundo de propósito en la segunda mitad de la vida”. Brooks hace alusión al concepto de “Máquina de caminar (o de correr) hedónica” (“Hedonic Treadmill”): la felicidad por un logro nos dura muy poco y enseguida estamos pensando el próximo (consumo, libro, artículo: logros materiales, reconocimiento de los demás, etc). Siempre tratando de atrapar el arco iris.

3) Síndrome de felicidad diferida (o aplazada): También relacionado con los anteriores, y también surgido de una conversación con un miembro de Baikal Senior. Seguro muchos de ustedes se van a sentir identificados (al menos a mí me pasó) con esta idea: Todo lo que vivimos hasta ahora es un preludio para una vida idílica y maravillosa que aún no empezó y está por venir. El “síndrome de felicidad aplazada” hace que trabajemos como perros, en la “caminadora hedónica” y satisfechos con nuestra “procrastividad”. Como diría el locutor y periodista Pancho Ibáñez: todo tiene que ver con todo.

Sebastián Campanario

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