GoPro: ¿Un cambio de giro exitoso?

La compañía GoPro fue fundada en 2002 por Nick Woodman, un joven surfista que buscaba una manera de capturar en buena calidad toda la acción y aventura de sus viajes. Empezó vendiendo correas hechas a mano que permitían sujetar las cámaras tradicionales al cuerpo, pero pronto se dio cuenta de que se necesitaba una cámara más compacta y duradera que pudiera soportar los rigores de los deportes extremos y las actividades al aire libre. Con esta idea en mente, Woodman se propuso desarrollar la primera cámara GoPro. Pasó años perfeccionando el diseño, recaudando dinero mediante la venta de joyas en la playa y, finalmente, consiguiendo financiación de inversores. En 2004, la primera cámara GoPro salió al mercado y rápidamente se convirtió en un éxito entre los entusiastas de los deportes de acción y los aventureros de todo el mundo.

Tras el lanzamiento de la primera cámara, GoPro siguió perfeccionando y mejorando su línea de productos, introduciendo nuevos modelos y funciones para satisfacer las necesidades de sus clientes. La empresa también comenzó a colaborar con atletas profesionales y famosos para promocionar sus productos, estableciéndose como líder en el sector de las cámaras de acción. Se había creado un círculo virtuoso en el cual quienes tenían una GoPro subían videos a YouTube con ellas, donde se volvían virales e impulsaban a más personas a adquirir una.

En 2011, lanzaron su primera cámara HD, que fue un éxito y ayudó a la empresa a consolidar su posición en el mercado. En los años siguientes, GoPro siguió experimentando un rápido crecimiento, su facturación aumentó un 125% en 2012 y 87% en 2013. Esto llevó a que la compañía tomara la decisión de salir a bolsa en 2014.

Este momento marcó un antes y un después. A partir del éxito de sus cámaras, Woodman decidió que el siguiente paso era convertir a GoPro en una compañía de medios.

En búsqueda de realizar esta visión, a lo largo de 2015 la compañía hizo fuertes contrataciones para desarrollar contenido propio y la plataforma de streaming que los contendría. Se cree que estaban trabajando en más de 30 series por aquél momento. La cantidad de empleados pasó de 700 a cerca de 1600.

Sin embargo, al mismo tiempo que lanzaban estos ambiciosos proyectos -que llevaron la valuación de la empresa por encima de los 12 mil millones de dólares-, el negocio que financiaba todo eso (las cámaras) comenzó a tener problemas.

En julio de 2015 lanzaron la HERO4 Session a un precio de 399 dólares, pensando que sería el producto definitivo, pero la recepción no fue buena y debieron bajar el precio hasta los 199 dólares. Un año después, habiendo crecido sólo un 15% su facturación en 2015, Woodman lanzaría la nueva cámara HERO5 Black y su proyecto Karma, el primer dron diseñado por la compañía. Ambos productos tuvieron fallas graves en su diseño que llevó a que se descontinuaran las ventas. El mismo Woodman admitiría años más tarde que estos errores tenían que ver con que estaban haciendo demasiadas cosas a la vez.

Ahí comenzó un largo invierno para la compañía. La facturación cayó un 27% en 2016 y la pérdida operativa alcanzó los 373 millones de dólares. Decidieron cortar todos los proyectos de medios y volver a enfocarse en lo que saben hacer: cámaras. A lo largo del tiempo se fue reduciendo la fuerza laboral hasta volver a los niveles previos a cotizar en bolsa.

Pero si estamos hablando de GoPro en esta nota es porque hay algo interesante para decir sobre su actualidad. Si bien la cantidad de cámaras vendidas no volvió a los valores de 2015, la compañía comenzó a modificar su estrategia de venta para mejorar los márgenes y la relación con los clientes.

Por un lado, están impulsando las ventas directo al consumidor a través de su página web. Esto implica una mayor ganancia por cada venta ya que se elimina a la tienda que funciona como intermediario. Mientras que en 2018 las ventas por este medio representaban el 8,8% del total facturado, actualmente significa el 32.3%.

Por otro lado, lanzaron una suscripción anual de 50 dólares. Esta suscripción ofrece una serie de servicios que van desde espacio ilimitado en la nube, hasta edición automática del contenido mediante su aplicación Quik y el software para realizar transmisiones en vivo en distintas plataformas. Pero el principal driver de la suscripción son los importantes descuentos que otorga sobre los productos. Una cámara nueva puede costar hasta 200 dólares menos si se compra en conjunto con la suscripción. Esto generó que actualmente el 95% de las ventas en la página vayan acompañadas de la suscripción.

En 2021 la compañía cerró el año con 1.6 millones de suscriptores, representando un crecimiento del 107% con respecto a 2020, y en lo que va de 2022 alcanzaron los 2.1 millones. A continuación se puede observar la evolución en los ingresos generados por las suscripciones.

Más allá de los ingresos que generen las suscripciones (que representaron sólo el 7% del total en el último trimestre), es interesante pensarlo como un mecanismo de fortalecimiento en la relación con el usuario. Quienes disfrutan de capturar momentos únicos ya no solo se compran la cámara, sino que también comienzan a utilizar los servicios de almacenamiento, edición y streaming que les ofrece GoPro.

Finalmente, estas iniciativas hicieron que en 2021 la compañía volviera a generar ganancias (algo que no ocurría desde 2015). El margen bruto fue de 41% y el margen operativo del 10%.

Continuamos analizando la empresa en profundidad en el Club de inversores.

Santiago Tissembaum

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