Innovemos donde vivimos y conectando con quienes tenemos cerca

04/12/2020

Camila Naveira nos cuenta sobre la experiencia de Pacífico, de Emiliano Rodríguez Neush en el encunetro de Proxi de Sebastián Campanario.

Emiliano Rodríguez Neusch es un renacentista. Estudió letras en la UBA, ciencias cognitivas en Harvard, vivió en Japón, hoy es programador y sabe mucho de entornos digitales. Trabajó muchos años en agencias de publicidad y en creatividad y hoy tiene su propia agencia, Pacífico, desde la cual lleva adelante proyectos de innovación social a través de la comunicación y la creatividad. 

Emiliano empieza el encuentro afirmando que nos relacionamos con la naturaleza a través de la cultura porque en general no lidiamos bien con el azar y buscamos todo el tiempo patrones que lo expliquen. En ese sentido, el desastre es el desborde que sufre una cultura cuando suceden cosas como los fenómenos naturales u otros similares donde el hombre no tiene control sobre los mismos. 

Hoy en día se está pasando de un modelo de respuesta ante los desastres a uno de prevención y medición del riesgo. La ecuación que define al riesgo es la siguiente: amenaza*vulnerabilidad*exposición, siendo esta última la situación en la cual nos encontramos para enfrentar los riesgos que propone la naturaleza. 

Lo interesante es la arista psicológica del riesgo la cual hace que, en general, el riesgo percibido sea menor que el real. Un buen ejemplo es la percepción de mayor riesgo que muchas personas tienen del avión en relación al auto, siendo el primero menos riesgoso que el segundo. Otro es el miedo que se le tiene a un terremoto cuando en realidad mueren más personas por olas de calor. O el riesgo asociado a la energía nuclear cuando la carbonífera cobra muchas más vidas. 

El enfoque psicológico también indica que de acuerdo a cómo están nuestras emociones percibimos el riesgo de manera diferente y que los sesgos cognitivos cumplen un gran rol en esta operación de percepción. Los procesos que genera nuestra mente son opacos y nuestro sistema 1 se apresura a sacar conclusiones aunque el sistema 2, más reflexivo, nos muestre que las cosas son de otra manera. Desde Pacífico se generan investigaciones que se usan para generar contenidos que ayudan a funcionarios y tomadores de decisiones en sus propios desafíos. 

A través de la “comunicación de riesgo”, Emiliano y su equipo generan pequeñas intervenciones que provocan grandes cambios. Para disminuir el riesgo es necesario acercarse al fenómeno y esto lo hacen mediante lo que llaman acupuntura urbana: buscan zonas de tensión en las ciudades y las intervienen con acciones que logran destrabar esa energía. Por ejemplo, en ciudades latinoamericanas en zonas en las que conviven barrios pobres cerca de barrios ricos se generan espacios públicos en común que acercan lo distinto disolviendo la tensión que provoca lo desconocido. 

Trabajando multilateralmente y con equipos multidisciplinarios, logran abordar temas de los que nadie quiere hablar llevando propuestas de comunicación que logran acercar a actores claves ofreciendo así una solución. Lo primero que hacen es identificar cómo los principales problemas están relacionados y la herramienta clave para esto es la generación de conocimiento a través de la participación ciudadana.  

En manejo de riesgo la transparencia y participación ciudadana resultan fundamentales. Lo más útil a la hora de enfrentar desastres es establecer la mayor cantidad posible de mecanismos de comunicación. Las personas reaccionamos mejor cuando estamos bien informadas y cuando participamos de los procesos de toma de decisión y generación de políticas públicas. 

Sobre la polémica entre cambio y emergencia climática, Emiliano cree que es importante llamar a las cosas por su nombre y cuenta que hoy muchos científicos tienen prohibido hablar de climate change. Pero qué más allá de eso, lo que resulta clave es pensar cómo estas situaciones desbordantes nos impactan localmente para encontrar aquellos mecanismos que se pueden activar con el fin de mitigar sus efectos. También considera que en la reconexión con la naturaleza hay pistas que vale la pena explorar para construir resiliencia de cara a próximos eventos.

Para finalizar, comparte su análisis sobre la percepción de riesgo a nivel Argentina. Además de que este año en particular nos impactaron muchos fenómenos, la cultura del riesgo ya no es sólo económica sino que se están empezando a mapear y anticipar otros fenómenos a los que debemos prestarle más atención, como el dengue, desborde del sistema sanitario, incendios y sequías. 

Sobre el rol de la tecnología dice que es y será cada vez más clave para anticipar el riesgo. Un ejemplo es el uso de celulares particulares como sensores para la detección temprana y aviso de terremotos. Debemos ir hacia una experimentación de la tecnología menos como consumidores y más como ciudadanos participativos y responsables. 

Emiliano cierra recomendandonos que en lugar de buscar afuera referencias de innovación, volvamos a lo local y cercano: que innovemos donde vivimos y conectando con quienes tenemos cerca. Por ejemplo, creando una huerta con los vecinos, porque de esa manera, cuando algo pase la respuesta como comunidad será mucho mejor. 

Camila Naveira.