Marimekko: Alegría y optimismo

Marimekko es una casa de diseño finlandesa fundada por Armi Ratia en 1951. A lo largo del tiempo los modelos fueron evolucionando, pero la intención siempre fue la misma: transmitir alegría y optimismo.

La compañía creció fuerte en su país durante los primeros años, para luego comenzar a expandirse al resto de Europa y Estados Unidos. En 1960, Jacqueline Kennedy compró siete de sus vestidos durante la campaña presidencial de su marido y la marca se volvió furor.

Sin embargo, la compañía empezó a sufrir luego de la muerte de su fundadora en 1979. Después de más de una década de problemas, Kirsti Pakkanen compró Marimekko en 1991 y logró revitalizar la marca. Contrató a nuevos diseñadores y se enfocó en mejorar las ventas y los márgenes.

En el año 2000 comenzó a cotizar en la bolsa de Helsinki y en 2007 Paakkanen decidió vender sus acciones a Mika Ihamoutila, quien hasta el día de hoy retiene su participación como mayor accionista de la compañía.

Actualmente, Marimekko tiene productos que se enmarcan en tres segmentos: Moda, Hogar y Accesorios y Bolsos. En 2021 facturó 152 millones de euros, 23% por encima del año anterior. Si tomamos los últimos 5 años, las ventas crecieron a una tasa compuesta del 10,5%. El principal mercado sigue siendo Finlandia (61%), pero su relevancia disminuyó en la última década.

Además, cuando miramos las ventas totales de los productos de la marca al por menor, sólo el 30% es en Finlandia. La diferencia entre las ventas netas (donde este país representa el 60%) y las ventas totales reside en que los ingresos del negocio en el exterior son preponderantemente mediante ventas al por mayor (75%). Esto nos sirve para entender el alcance que tiene la marca a nivel global, actualmente en 40 países, y la posibilidad que existe de capturar una mayor parte de la relación con el consumidor final.

La compañía cerró el año con un margen operativo del 20% y un margen neto del 16%. En 2015 el margen operativo era de 2% y decidieron cambiar el management con la intención de revertir esto. Asumió como CEO Tiina Alahuhta-Kasko, quien hasta el día de hoy continúa al mando.

Todos los cambios que tuvo la marca en los últimos años apuntan a capturar un público nuevo; más joven y global. En este sentido lanzaron Kioski, una línea de ropa más barata y de calle que funciona como puerta de entrada al resto de los productos de la marca. Además, hicieron distintas colaboraciones con Adidas, Uniqlo y otras marcas de alcance global. Finalmente, están poniendo mucho foco en el desarrollo de las ventas omnicanal, desarrollando cada vez más su marketplace y la integración con las 150 tiendas que tienen distribuidas por el mundo.

El objetivo de la compañía para el plazo que va de 2023 a 2027 es escalar el negocio. Esto significa esencialmente aumentar la presencia en Asia mediante apertura de locales y fortalecimiento del segmento digital. Actualmente, sólo el 20% de los ingresos en este continente viene por retail propio, el resto son ventas al por mayor.

Para este mismo período, esperan crecer las ventas 15% cada año, mantener el margen operativo en 20% y pagar dividendos anuales de al menos el 50% de las ganancias por acción.

Continuamos analizando la empresa en profundidad en el Club de inversores.

Si quieres recibir contenido gratuito y novedades de inversores, innovación y negocios suscríbete aquí:

 

Inversiones, innovación y negocios