Nuestras próximas vacaciones en el espacio
Camila Naveira nos cuenta del encuentro de Proxi donde hablamos de la nueva agenda y la carrera especial, bajo la mirada de Diego Bagú.
El foco de este Proxi está puesto en una agenda muy específica: el futuro. Así que nada mejor que hablar de los planes para el espacio. Sebastián Campanario introduce el tema asegurando que estamos viviendo una nueva edad de oro en el campo y muestra de ello son las noticias que se publican al respecto.
El invitado, Diego Bagú, astrónomo y director del planetario de La Plata, lo confirma: estamos viviendo una nueva era espacial pero también, y a la par, una nueva carrera espacial, que suenan similares pero no son lo mismo. La era espacial refiere a la creación de nuevas tecnologías que aceleran los programas espaciales que estuvieron latentes y que ahora se pueden poner en marcha.
La carrera espacial, por otro lado, se trata de la competencia entre potencias por el desarrollo espacial, como se dio en los años 50 y 60 entre Estados Unidos y Rusia. Ahora se está recreando con China y con el sector privado como nuevo actor impulsor de estos avances.
Diego dice que en los próximos años pasarán muchas cosas en el contexto de esta carrera, ya que nuevas tecnologías están posibilitando desarrollos que antes llevaban más tiempo. Además se está dando un acceso más democrático al espacio. Así es como varios de estos desarrollos los está llevando adelante el sector privado, generando avances que hace 10 años atrás eran impensados. Uno de los proyectos impulsados por el sector privado que más impacto va a tener es el turismo espacial.
Diego afirma que «el regreso a la luna está acá nomás, en 5 años». China está muy enfocada en nuestro satélite y los avances que ha hecho en ese camino están sucediendo de manera vertiginosa: en menos de 20 años pusieron personas en el espacio, colocaron dos estaciones espaciales y enviaron una nave a Marte. Estados Unidos, por su parte, no va a querer quedarse atrás y esto hace que ambos avancen muy rápido.
Lo bueno es que muchos países están trabajando en tecnología espacial y eso tracciona nuevos desarrollos de productos. Para ir a la luna se inventó el velcro y por eso las grandes potencias invierten, porque tracciona a toda una industria que viene por detrás y eso hace que se genere mucho valor agregado.
Otro gran desarrollo privado es el de la información espacial. Muchas empresas se dedican a analizar esos datos con el fin de utilizarlos para impactar en diversos elementos de la actividad económica. Un ejemplo es el uso de imágenes espaciales para lograr un mapeo en tiempo real y de manera periódica del estado de los cultivos o de la cantidad de hielo en una cordillera para mensurar el caudal de agua que van a tener los ríos a causa del deshielo. Ese tipo de información permite planificar y maximizar recursos.
En relación a Argentina, Diego destaca sus hitos y tradición en la agenda espacial. Asegura que muy pocos países en el mundo tienen la riquísima historia astronómica que tiene nuestro país. En 1971, Sarmiento con una extraordinaria visión, inauguró el observatorio nacional porque creía que la astronomía podía ayudar en la organización de una nación. A partir de ahí la historia astronómica argentina fue notable. Fuimos el sexto país en el mundo en tener un avión a reacción y el cuarto en experimentar con seres vivos enviados al espacio.
Siguiendo con las noticias recientes Diego comenta que entre Venus y Martes, si bien ninguno es ideal, el foco está puesto en Marte porque Venus presenta unas condiciones muy nocivas para la supervivencia del ser humano: una atmósfera densa y un gran efecto invernadero. Marte en cambio tiene una mejor presión atmosférica y temperatura. Pero llegar a este planeta va a llevar unos 15 años más porque es necesario desarrollar nuevas técnicas de propulsión que hagan que el viaje sea más corto. El espacio exterior es muy nocivo, hay mucha radiación electromagnética y eso hace que viajar sea muy peligroso.
Otro tema que despierta mucho interés e investigaciones son los exoplanetas, aquellos que están fuera del sistema solar y de los cuales se están analizando sus atmósferas y la posibilidad de que alojen vida.
A pesar de todos estos avances, dice Diego, sabemos todavía muy poco de nuestro universo y queda mucho por hacer. Sobre la energía y la materia oscura, por ejemplo, no sabemos casi nada, puro misterio.
Por último, al consultarle por la vida extraterrestre, Diego asegura que existe y que hay consenso en la comunidad científica al respecto, pero que no estamos hablando necesariamente de vida inteligente sino de microorganismos. Los elementos químicos que dieron origen a la vida en la tierra están distribuidos en todo el universo, solamente en nuestra galaxia hay más de 200 mil millones de estrellas y es frecuente que alrededor de las estrellas haya planetas dando vueltas. Es muy común también que existan planetas más allá de nuestro sistema solar, por ende, la astronomía lo que nos está indicando es que sería extremadamente raro que solamente en nuestro planeta se haya desarrollado la vida. Pero como todavía no se ha descubierto, no podemos afirmarlo.
Diego recomienda a los que quieran seguir el tema el libro “Cosmos”, de Carl Sagan. «Un clásico y una excelente introducción».
Camila Naveira.