Practicar lo que ya nos sale

27/02/2020

Melina Furman conversa con Emiliano Chamorro.

Emiliano: Meli, viste que en Baikal una de las cosas que más nos gusta es cambiar las ideas propias. En otros lugares tratamos de convencer gente, tratamos de dar nuestra opinión, pero acá lo que nos gusta es venir y pensar distinto a lo que pensábamos antes de entrar. Una de las cosas que a mí más me cambió la forma de pensar fue cuando vos dijiste en una clase que había que practicar lo que ya sabemos. Es decir, es muy importante practicar lo que nos sale bien.

Melina: Sí. Es antiintuitivo, ¿no? A mí también me pasó que me transformó cuando lo leí. Es una idea de un libro que se llama Practice perfect de un educador súper interesante, Doug Lemov. Lo que hizo fue recorrer todo Estados Unidos, las escuelas de contextos más difíciles, más vulnerables, para ver qué hacían los profesores que lograban resultados que nadie más lograba. Compiló todo eso en una serie de libros que están muy buenos, éste es uno. Habla mucho de la práctica, que no tiene tan buena reputación, porque parece que te anula la creatividad. Como que practicar estuviera pasado de moda, y justamente es lo contrario. Practicar cualquier cosa hace que mejore, pero practicar lo que ya te sale bien es súper importante para construir una plataforma de autoconfianza y autoeficacia. De poder decir “tengo con qué”. Lemov empieza sus capacitaciones con un videito de Messi haciendo jueguitos y pateando pases cortos, practicando algo que obviamente ya re sabe. ¿Para qué? ¿Para qué Messi tiene que practicar hacer pasecitos? Hay algo de practicar, sobretodo con los chicos, que está bueno, no sólo lo que les cuesta sino lo que les sale porque para aprender lo que les cuesta necesitan sentir que pueden.

Emiliano: Y además necesitan tener resto, me imagino. Justo me hizo acordar a un libro que leímos este año acá en Baikal, Pensar rápido, pensar despacio de Kahneman. Él habla de sistema uno y sistema dos. Dice que hay un montón de cosas que las hacemos intuitivamente, en automático, a lo que llama sistema uno. Y otras a las que tenemos que ponerles cabeza, lo que llama sistema dos. Esto consume un montón de energía. Una de las cosas fascinantes que cuenta este libro es que hay cosas que hacemos con sistema dos, pero que después de hacerlas muchas veces pasamos a hacerlas en automático. Por ejemplo, manejar. El primer día que salís a la calle a manejar estás pensando embrague, palanca de cambio, guiños. Es un estrés infernal.

Melina: Doy fe porque aprendí a manejar de bien grande.

Emiliano: Claro, no podés estar hablando o haciendo otra cosa. Terminás exhausto. Después de veinte años de manejar es como parte de tu cuerpo, pasó a sistema uno. Entonces me imagino, cuando te escuchaba, el tema de práctica de lo que ya sabemos que es asentar en sistema uno para dejar capacidad ociosa de sistema dos para…

Melina: Para liberar la creatividad. Hay mucho de eso. También creo que cuando hacemos muchas cosas en automático nos salen de taquito, y hay algo del balance de la energía donde descansamos un poco de lo que nos cuesta. Nunca lo había pensado en términos de sistema uno y sistema dos, pero está buena la comparación. Que nos deja exhaustos cuando estamos haciendo algo que es muy laborioso, como la lectura o cualquier cosa. 

Emiliano: Hay algo medio intuitivo-lo estoy pensando ahora- de eso en Argentina. En general los argentinos tendemos a querer aplicarle creatividad a todo el proceso y la cagamos, por supuesto. Hay algo de que la creatividad a lo mejor está en la última milla, está en hacer todo el proceso como hay que hacerlo, practicado y bien hecho. Messi no es que inventó las reglas del fútbol, es que juega el 99% igual que todo el resto y es genio en el 1%, no trató de hacer goles haciendo la vertical.

Melina: A mí me pasa mucho trabajando con maestros y profes. Una de las cosas que más se sabe que funciona para transformar la práctica, para enseñar mejor es cuando uno tiene buenos guiones de clases muy buenas que te ayudan a pensar la tuya. Cómo dar una buena clase de matemáticas, o de ciencias. Siempre hay un mito de que la creatividad pedagógica es agarrar la hoja en blanco y crear una clase de novos de cero, y que si seguís una receta sos poco creativo, un mal educador, no sos crítico. Es justamente lo contrario, es hacer muchas veces algo para que te salga muy bien y ahí se libera la posibilidad de transformarlo, de hacer algo distinto. Una vez que ya fuiste haciendo el camino.

Emiliano: Algo como pararse en los hombros del gigante, pararse sobre cosas que ya se saben y aportar un poquitito más.

Melina: Sí, ser un buen curador de recursos y practicarlos hasta que sean mi segunda naturaleza, ya los tenga en el cuerpo. No crear desde cero, porque además no se puede. 

Emiliano: Además está la práctica deliberada. La práctica de ir con un objetivo muy claro mejorando algo preestablecido, muy controlada y contadamente. 

Melina: Totalmente. Uno practica y practica y va mejorando, pero si vos mirás la curva de desempeño de cómo vas mejorando llega un momento que por más que practiques de la misma manera quedás igual, no mejorás más. Podés practicar años de la misma manera. David Perkins, que es uno de mis ídolos en educación, decía “Yo me di cuenta de esto mirando a mis padres jugando al bridge. Ellos juegan al bridge hacía cuarenta años y tenían un techo, hasta ahí llegaban, no jugaban mejor”. De ahí sale la idea de práctica deliberada, y tiene que ver con practicar el pedacito específico que no te sale haciendo cosas concretas para ir mejorando.

Emiliano: Osea, ¿se entrena de a pedacitos? No querés jugar mejor al tenis, querés darle mejor a la volea de drive. 

Melina: Exacto. Practicar ese pedacito muchas veces. El problema es que a veces pasan un par de cosas. Una es que a veces no nos damos cuenta cuál es el pedacito que no nos sale. La segunda es que a veces sí nos damos cuenta, pero por algo no nos sale. Ahí ayuda mucho tener otra persona que te esté mirando y te haga dar cuenta de que lo que necesitás practicar es el voleo con la derecha y que te diga exactamente para dónde tenés que poner la mano. Entra en nuestro punto ciego eso que tenemos que mejorar en concreto.

Perkins, en esta metáfora que hace de pensar el aprendizaje como un gran juego de baseball, dice  que hay que jugar las partes difíciles del juego muchas veces hasta que entren en automático y las partes difíciles pasen a ser otras y así seguir expandiendo.

Emiliano: Entonces hay algo de practicar lo que a uno ya le sale fácil, y además practicar específicamente las partes difíciles. 

Melina: Sobre todo poner en valor que practicar en general es parte integral del aprendizaje y lleva tiempo. 

Emiliano: ¿Hasta cuándo practicamos? ¿Hay un “umbral ok”?

Melina: Hay un “umbral ok”. Creo también está bueno detectar la propia salud mental para pasarla bien. El “umbral ok” es ese momento en donde ya lo que haces, el nivel de lo que hacés, te funciona para el momento en el que estás, o para lo que lo necesitás. Por ejemplo, hay gente que dice con el inglés que tengo si viajo me puedo comunicar, me funciona, estoy en mi “umbral ok”. Si me fuera a postular para un trabajo en Inglaterra tendría que seguir aprendiendo. Yo, que aprendí a manejar de grande, con el estacionamiento: “bueno, manejo, estoy en mi umbral ok, llego viva, no choco el auto, pero con el estacionamiento siempre dejo el auto lejos y torcido”. En algún momento aprenderé, pero con eso estoy tranquila para mis fines. 

¿Hasta dónde practicar? Hasta donde estemos satisfechos con nuestro performance en el contexto concreto. Después a veces las condiciones cambian. Tenés un hijo, tenés que aprender un montón de cosas, tu umbral ok ya no te alcanza. O cambiás de país, te cambia la tecnología…Ahí viene la práctica deliberada.

Emiliano: En economía hay un concepto que habla de rendimientos marginales crecientes o rendimientos marginales decrecientes. Hay cosas que cuanto más hacés menos te rinden y otras que cuanto más hacés más te rinden. Esto del “umbral ok” a rendimientos marginales decrecientes, hay un punto en el cual no garpa seguir practicando. 

Borges tiene una frase que me encanta, que justo la comentábamos con Gerry Garbulsky hoy a la mañana, en donde dice que como los libros hablan de libros, cuanto más lees más disfrutás leer. Efectivamente es un loop positivo. Si vos leés a Borges de entrada sin haber leído nada, no entendés nada. Ahora, cuanto más leés, más lo disfrutás y más te dan ganas de leer. 

Melina: Es practicar lo que te sale bien.

Emiliano: Es practicar lo que te sale bien, pero ahí tiene sentido una práctica infinita. No sé si es “práctica” la palabra, pero hay ámbitos en los que tiene sentido sumergirse bien a fondo, y hay otros ámbitos en los que uno puede decir “esto para mí está bien”.

Melina: Y tener la lucidez de elegir cuáles son las batallas. En qué no mejorar por el solo valor de mejorar, sino en qué, para qué y en qué momento de la vida estoy. Eso es parte del balance.

Emiliano: Me quedo con eso, elegir las batallas.

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