Tire tire papelitos. Hacer visibles los incentivos

Por Emiliano Chamorro

Estábamos caminando con mi viejo por Madrid. Hacía frío y llovía. Faltaban dos cuadras para llegar a casa.

– Demos una vuelta más, me dice.

– ¿Seguro?, está feo, le contesto.

– Si no llego a los 10 mil pasos el teléfono no me tira papelitos, así que yo sigo.

La literatura empresarial y de desarrollo personal está llena de razones por las que poner bien los incentivos es clave. Y lo es. Sobre cómo hacerlo vamos a hablar más adelante. Pero esto no alcanza. Todos sabemos que caminar hace bien. Pero para que este incentivo “haga efecto”, para que se traduzca en comportamiento (caminar), hace falta que el incentivo no sea abstracto y a largo plazo sino visible en el momento. No caminamos un poquito más porque nos hace bien a la salud -eso lo podemos hacer en cualquier momento y las cosas que podemos hacer en cualquier momento no las hacemos-. Caminamos un poquito más porque si no lo hacemos, el teléfono no nos tira papelitos hoy. Y “un poquito más” muchas veces es un montón.

Imaginate que el teléfono nos tire papelitos cada vez que llegamos a las 50 páginas de lectura en un día, cada vez que comemos menos de 2000 calorías, cada vez que sonreímos más de 20 veces, cada vez que somos amables más que hostiles, cada vez que consumimos menos de 130 litros de agua por día o tomamos más de 3 litros…

Imaginate que vos puedas definir qué cosas querés mejorar y que diseñes los incentivos y su visibilización diaria para mejorarlas. Y para tu familia. Y para tu equipo. ¿Cuáles son tus 10 mil pasos? ¿Cuáles son tus papelitos?

Esta es la tercera familia de “nudges” que te quería contar. Espero que te sirvan.

Emiliano Chamorro

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