Una idea para comenzar el proceso de inversión

Peter Lynch fue uno de los inversores más reconocidos de los últimos tiempos. Durante su época como manager del fondo de inversión Magellan, en la compañía Fidelity, obtuvo un retorno anual compuesto sobre el capital invertido de 29,2%. Durante esos años el índice S&P 500 rindió un 15% anual. Sí hubiésemos puesto 1 dólar en el fondo de Lynch cuando comenzó, hubiésemos obtenido 28,14 cuando finalizó.

En su libro “One Up On Wall Street”, Lynch describe su proceso de inversión y cómo este puede ser aplicado por cualquier persona sin la necesidad de ser experta en finanzas. En el envío de hoy, y durante las siguientes semanas, iremos recorriendo algunas de las ideas principales de este libro.

Primer paso de investigación: Clasificar la compañía

Si tenemos la intuición de que una empresa puede ser una buena inversión, para Peter Lynch, el primer paso es desarrollar una historia que nos permita entender la compañía. Este proceso no necesariamente debe llevar mucho tiempo, solamente tenemos que estar dispuestos a dedicarle las mismas horas que le dedicamos a la elección del próximo electrodoméstico o a encontrar el mejor pasaje de vacaciones.

Para desarrollar la historia, tenemos que clasificar a la empresa según su tamaño en relación a la industria en la que se encuentra y a la economía. Esto nos dará una idea de lo que podemos esperar de ella en los próximos años.

Como regla general, las empresas más grandes tenderán a crecer más despacio y “moverse” menos en el tiempo (volatilidad), mientras que las más chicas tienen más lugar al crecimiento y lo pueden hacer más rápido. Sin embargo, también tenemos que tener en cuenta que cuanto más chica es una empresa, más probabilidad hay de que su valor fluctue mucho sin que cambien los fundamentos, o aún peor, que se fundan y no logren ese rápido crecimiento que esperamos de ellas.

En concreto, Lynch propone seis tipos de compañías:

  • Sluggards ó perezosas: empresas grandes que crecen al ritmo de la economía (alrededor del 3%), y pagan generosos dividendos.
  • Stalwards ó incondicionales: empresas que crecen de manera estable a una tasa cercana al 10% y ofrecen cierta protección ante las recesiones de la economía.
  • Fast growers ó de rápido crecimiento: empresas pequeñas, nuevas y agresivas que crecen entre un 20% y un 25% al año.
  • Cíclicas: empresas cuyas ventas y beneficios suben y bajan de forma regular, aunque no totalmente previsible.
  • Turnaround o de cambio de giro en el negocio: compañías que no crecen, pero que están haciendo cambios (o es muy probable que los hagan) que las devuelvan a una tasa de crecimiento positiva.

Compañía de activos: empresas que poseen un activo muy valioso que el mercado todavía no identificó.

¿Se les ocurren ejemplos de cada una? En las próximas semanas veremos un poco más de estas categorías.

Finalmente, Peter Lynch deja en claro que la métrica fundamental a contemplar son las ganancias. En el largo plazo, el precio de la acción sigue a las ganancias. Por ejemplo, si vemos el gráfico de Costco a lo largo de los últimos 20 años, se observa que en ciertos momentos el precio (línea azul) y las ganancias (línea violeta) fueron en direcciones opuestas, pero que en el largo plazo siempre se encontraron.

En las próximas semanas de la Escuela de Inversores seguiremos conversando sobre ideas fundamentales de grandes inversores para que nos guíen en nuestros primeros pasos. A quienes les interese participar, pueden ver más información en este enlace: https://institutobaikal.com/escuela-de-inversores/.

Santiago Tissembaum y Matías Nicolini

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